Paseo Eco turístico “El Aguacatillo” PARTE II
Continuando con la narración del paseo que efectuamos el pasado diciembre a este lugar que nos trae tantos recuerdos, procedimos a tomar la vereda que conduce al “primer paso” como le conocemos al cruce inicial del rio, obviamente buscando las mejores piedras dispuestas en el lecho del arroyo y que nos permitieron llegar al otro lado, saltando entre las mismas, por supuesto con algunos resbalones que hicieron que “metiéramos la pata” al agua.
Llegó el “segundo paso”, que es justamente donde se encuentran unas palmeras de coyul, no se si las recuerden. Continuamos nuestro camino, observando con atención los nidos de las calandrias y a la vez reflexionando acerca de lo sabia que resulta la madre naturaleza, al permitir a estas pequeñas aves la protección de sus crías de los depredadores, fabricando sus nidos, suspendidos completamente de las ramas más altas de los árboles. La sabiduría de las gentes de campo nos dice que dependiendo de la altura en que las calandrias hacen su nido podemos pronosticar la intensidad del temporal de lluvias.
Después de un ligero descanso al atravesar el rio en el “tercer paso”, mismo que los pequeños aprovecharon para fabricar algunos gorros de hojas de cabezo de negro y observar los ágiles movimientos de los renacuajos, mientras escuchaban con atención la explicación del Abuelo acerca de la reproducción de los batracios (ranas), continuamos nuestra marcha hasta llegar a nuestro destino: Los Arcos.
Quedando impresionados por la belleza del paisaje y para muestra esta fotografía, que sería muy bueno que el primo Rafael Sosa Valladares considerara para acrecentar su producción dedicada a nuestra tierra.
El Ing. Lenin Trujillo Trujillo en su aporte, nos menciona como fue posible la construcción de esta obra.
El Ing. Lenin Trujillo Trujillo en su aporte, nos menciona como fue posible la construcción de esta obra.
De nueva cuenta, aprovechando la tranquilidad del lugar que invita a la reflexión, meditábamos acerca de la iniciativa de los pobladores de Chinicuila en aquellos tiempos, quienes a pesar de no disponer de los recursos económicos necesarios para la producción agrícola, si contaban con una gran creatividad para lograr sus objetivos y estas pequeñas obras así lo demuestran.
Ojala que quienes no conozcan este lugar puedan algún día darse la oportunidad de apreciar las bellezas naturales con que cuenta nuestro Chinicuila y efectúen este sensacional paseo a “El Aguacatillo” y a quienes le conocemos, procuremos su protección y el cuidado que merece nuestra riqueza natural.
“Por el orgullo de la raigambre”
JOSE RAFAEL TRUJILLO TRUJILLO
2 comentarios:
Felicidades Rafa y que sigan fluyendo las ideas para aportar conocimiento, cultura y tradición a chinicuilenses y despierte el interés por nuestra tierra.
Rafa: Me encanta tu manera tan propia de escribir, realmente me haces que sienta ganas de seguir leyendo, la próxima vez que vayan al Aguacatillo especialmente a donde se encuentra el Puente, sin pensarlo me apuntaré, ya que no lo conozca. Veo con gusto que mi hijo Francisco (playera café) disfruta sus visitas al lugar.
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