Fotografía satelital donde se puede observar la comunidad de Paso de Potrerillos, el puente sobre el Rio Grande, también llamado Rio El Naranjo o Coahuayana aguas abajo. Este rio es de mucha importancia, dado que sus aguas son utilizadas para riego en importantes regiones agrícolas en los estados de Michoacán, Jalisco y sobretodo en el Valle de Tecomán, Colima. A estos estados, también sirve de límite.
Acerca de la construcción del Puente de Potrerillos, ya se ha mencionado en muchas ocasiones la importancia que reviste para nosotros los Chinicuilenses. Aquí, algunas imágenes de esta importante obra.
Hace algún tiempo escribí algo relacionado con el puente, lo recuerdan?
. . . hasta llegar al “Paso de Potrerillos” o “El Rio Grande” como le conocimos siempre. Pero ahora, los nervios hacían presa de todos los ocupantes de la caja rodante (el pasajero), debido a que teníamos que cruzar el rio a través de unas vigas de madera sentadas sobre unos “chiquigüites” de bejuco rellenados con piedras del mismo rio. Al cruce del camión, las viguetas de madera empezaban a crujir aumentando más la angustia entre los pasajeros . . .
Paramos en la curva de "La amargosa" y recordé precisamente aquellas tantas veces en las que el pasajero hacía sus paradas habituales en esta casita, ahora abandonada.
. . . después de agotadora jornada, se llegaba a almorzar a “La Amargosa” -justamente en la casita deshabitada que está en la curva más cerrada del rancho- el almuerzo consistía básicamente de carne de puerco con chile, frijoles fritos o de la olla, queso seco o fresco y tortillas recién salidas del comal !ay diocho como me aprietas! . . .
Seguimos hasta la cumbre del cerro y vislumbramos este paisaje que corresponde a la "Barranca de la Amargosa"
En la siguiente foto satelital podemos apreciar la comunidad conocida como "El Zapote de Fernández", tierra natal del ilustre Chinicuilense Lic. Daniel Trujillo Mesina, quien fuera rector de la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo.
Luego, el Paso de Arrieros, lugar donde existe una capilla en la que se venera a la Virgen de la Merced. Existe una leyenda acerca de la aparición de la Virgen. No la conozco a fondo, pero se dice que en alguna ocasión en la que los perros del mal abundaban en la región en ciertas temporadas; una señora, ante la inminente mordida de uno de estos perros con rabia a su pequeña hija, tomó una piedra para ahuyentarlo, logrando su cometido. Al observar la piedra, se dió cuenta que ésta contaba con la imagen grabada de la virgen ya mencionada. Con este hecho, se alejó también, milagrosamente, el mal de la zona. Si alguien conoce la historia, sería conveniente que nos enviaran el relato.
Después de varias curvas aparece Hihuitlán e inmediatamente te remontas a aquellos ayeres cuando desde el pasajero podías divisar esas grandes áreas cultivadas con maíz, percibir los olores de la tierra mojada por el agua de los riegos, mezclados con ésos que generan los estiércoles de las vacas; recordar las anonas gigantes (únicas en la zona), niños preparando los ganchos de carrizos para alcanzar las sonrosadas roscas de guamúchil, etcétera, etc.
Subir la "Cuesta del salitre" y sentir el casi ya llegamos al voltear la mirada desde "El uvalán del descanso" al "Plan de Copala" observar curvas, curvas y más curvas y sentir como que ¡todo ésto nos pertenece, por el solo hecho de mirarlo!
Al llegar a Villa Victoria, nos esperaba una carnita asada con brasa de tepemezquite acompañada de unas cervecitas bien heladas, que disfrutamos a plenitud. Luego . . . se dió la magia: una fuerte lluvia de aproximadamente una hora de duración, con rayos, truenos y centellas, para después gozar de una esplendorosa tarde septembrina, donde el astro rey nos permitió disfrutar, más aún del olor a tierra mojada. . . del olor bendito que desprende nuestro ¡Chinicuila del Oro!
Saludos.
José Rafael Trujillo Trujillo.
2 comentarios:
Lenin, error corregido! Saludos.
ORALE, FERNANDO CAMARADA DE LA INFANCIA, COMO QUE LLEVAS MUY BUENA VIDA, NO TE MALPASAS NADITA, HE...HE... BUENAS FOTOS QUE SUBISTE TE FELICITO, SALUDOS ATI Y TU FAMILIA.
TU CAMARADA
MARTIN, O.
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