Briseida Osorio Méndez
María Elena Serrano: Gracias Monín por este nostálgico relato sobre la semana Santa, pues les comparto que me tocó participar en alguna de las estaciones del viacrucis como la Virgen Dolorosa, y mi primo Juán Alcántar salía de Jesucristo. Lo ataban a la cruz en la lomita de la laguna, mientras esperábamos en casa de mi Padrino Benito Abúndiz. Juán se ponía muy nervioso, se ponía a fumar y yo le decía: JUAN, por favor, ¡JESUS NO FUMABA! Él me contestaba: no lo hacía porque en ese tiempo no había cigarros! y bueno otro cigarro, después subíamos a la loma antes de que llegara la multitud.
Nacho Trujillo: Monín, pero más especial eres tú en la forma que nos relatas la semana santa. En aquellos bellos tiempos tengo presente la cabeza de Judas con cerdas de caballo. También por parte de la iglesia: las matracas, el Judas, el burro, los perros con nombres de árboles, etc. Había 2 más: el pacueco y la chancla. Que forma tan especial de celebrar semana santa en Villa. Que ambiente tan sano y alegre a la vez. Que ingredientes tan sabrosos: capirotada, fritillas, raspados, almíbar, etc.
Alfonso Chávez: EN SEMANA SANTA TAMPOCO PODIAMOS O MAS BIEN DICHO DEBIAMOS "DECIR MALAS PALABRAS" NI "HACER MALDITURÍAS", TAMPOCO TIRAR PEDRADAS NI MATAR PAJARITOS CON NUESTRAS RESORTERAS. MUCHAS PROHIBICIONES, ALGUNAS PRACTICAS BUENAS, PERO NO PODEMOS IGNORAR QUE REALMENTE HABÍA POCO CONOCIMIENTO Y PRACTICA DEL VERDADERO CRISTIANISMO, YO CREO QUE LO MAS RESCATABLE DE ESA SEMANA ERA QUE SE DABA UNA CONVIVENCIA ESPECIAL CON LA FAMILIA Y CON LOS AMIGOS (RECORDEMOS LOS PASEOS A LOS RIOS, SI ERAN AL SALITRE O MAS ALLÁ SIMPLEMENTE NOS SUBIAMOS AL CAMION DEL GRAN JOSE SILVA U OTROS PAISANOS Y NI COOPERAMOS PARA EL DIESEL, A VECES NI LLEVABAMOS COMIDA Y ALLÁ EN EL RIO SACABAMOS CHACALES (LANGOSTINOS), O MATABAMOS Y ASABAMOS UNA IGUANA, Y SI ERA HEMBRA COCIAMOS LOS HUEVOS EN UN BOTE DE "TECATE". LO BUENO DE TODO AHORA ES QUE TENEMOS MUY GRATOS RECUERDOS)
ESMERALDA TRUJILLO lala: AMIGOS: ¡muy buenos días! yo también recuerdo que en esa temporada de cuaresma, las travesuras, mi madre nos las acumulaba para el sábado de gloria. Eso sí llegando el sábado a las 12:00 del día era angustia total por las travesuras que habíamos hecho en la cuaresma, pues corríamos y nos trepábamos a un guayabo que estaba a un lado de la pila, pero mi madre era ruda, se trepaba y a cuerazos nos hacía bajar . . . y ni hablar, hasta que desquitaba su rencor JA, JA, JA, JA, JA pero aún así, fue la etapa más linda de mi infancia.
Nacho Trujillo: Bris por otra parte, las matracas se usaban en lugar de las campanas, para avisar a la gente de los actos religiosos que deberían llevarse al cabo en la iglesia. O sea que los actos de la Semana Santa eran tan especiales, que las campanas quedaban mudas, volviendo a repicar hasta el sábado de gloria, a las 11 a.m. lo que era un acto de alegría religiosamente hablando pero un aguas que ay te voy(susto) para los niños, por aquello de los cuerazos pa' que crezcas. Alegría? ¡terminó la semana santa, y listo para otras actividades! Otra, ¡corran niños. . . que ya viene el chicote! (se tenía la creencia que si un niño no crecía normal, pegándole al repicar las campanas, se desarrollo volvería a la normalidad).
Diógenes: En ese tiempo no había muchos carros ni camionetas. Las bestias amarradas en los pilares de los portales y postes de la luz esperaban turno para comprar, por costales, cemitas para la capirotada, que llevaban a sus ranchos. Estas bestias además de ser pacientes, traían mucho dinero. (Humor blanco).
UNO MAS: Deja de los millones de patas lavadas, las cosquillas que este acto provocaba en algunos feligreses. Recuerdo cuando a mi tía Pomposa le quiso lavar los pies el cura Nepomuceno. Ella se dio un sacón como cuando pisas un clavo y le lleno de agua la cara al cura. Este se puso rojo como un jitomate, a pesar de que fue un sacerdote de los mas rígidos que habían llegado a Chinicuila, la vida lo había puesto en un difícil trance en el cumplimiento de sus obligaciones.
Tony García: Bris me da mucho gusto saber de tu tío Miguel, lo recuerdo bailando los domingos en los bailes que se hacían afuera del curato, bailando con Chuy y Meche Trujillo Valencia, amenizados por Migue Espindola con su grandioso "fisher" de excelente sonido ¿todavía lo tendrá?
Para quienes han preguntado por Miguel Méndez, mejor conocido como La Yayeta -con todo respeto-, aquí se los presentamos, acompañado de Josefina Calvillo.
Montserrat Espindola: Si, Tony, mi papá todavía tiene el "fisher" que dices. Todavía hace sus pachangas cuando vamos a Villa Victoria y le saca las cucarachas al aparato y también mis papás se sacuden la polilla, bailando, ¡vieras que bien lo hacen todavía!
MARIA RIVERA ROJAS: No se si alguno de ustedes se acuerda que yo todos los días salía a vender pastas de leche casa por casa. Yo con mucho orgullo lo digo porque era nuestro pan de cada día. Vendía pastas, tacos en las fiestas del 16 de Septiembre, cajeta, pinole, nopales y muchas cosas más. Y con mucho orgullo lo digo, yo nunca me avergoncé de hacerlo y si se me volviera a presentar la necesidad, lo haría de nuevo. Son muchas anécdotas que yo viví en mi infancia, con muchas carencias pero muy feliz; también recuerdo que cuando íbamos al aguacatillo a lavar, nos agarraba la lluvia y nos teníamos que traer la ropa toda mojada tal vez por eso me quede tan chaparra, por ponerme la tina sobre mi cabeza con la ropa bien mojada, o tal vez en mis tiempos no había, nada para poder estirarme mas ¡ja, ja, ja!
Citlaly: Recuerdo cuando nos íbamos a las guayabillas, a bañar al tanque de las iguanas o al sanburrito. Cuando a Katy y Rocío las dejaban ir a nadar ya sabían que tenían que pasar por mi, éramos buenas para los clavados. Recuerdo cuando una vez que fueron Katy y Rocío a montar a caballo a mi casa, ya que nos habíamos montado al caballo, mi sobrino le picó la cola al animal y ya sabrán. . . ja, ja, ja ¡pregúntenle a Katy para ver si se acuerda!
Chuchi Guzmán: Amigos yo les quiero platicar lo que se me quedo grabado desde niño, yo recuerdo a mi padre en bicicleta, repartiendo las anheladas cartas, Él me cargaba en sus hombros y era muy bonito ver las caras de toda esa linda gente al recibir una carta de un ser querido, esas cosas son las que lleva uno en el corazón y además, saber que mi padre "Chuy el cartero" fue parte de éso, me llena de orgullo. ¡Gracias!
ESMERALDA TRUJILLO lala: CHUCHI, si es cierto, y si no pregúntenmelo a mí, esperaba mi anhelada carta y al ver a Chuy Guzmán pararse frente a mi casa me daba vuelcos el corazón, uuuuffff!!! Que tiempos eh? Saludos♥♥♥♥
GABY TRUJILLO: Lo que platican del correo es volver años mozos atrás, yo también escribía y me llena de nostalgia esa etapa solo que el otro día en las noticias escuche que quieren prescindir de éste servicio de correo porque ya lo ven muy deficiente, seria una pena, pero ni hablar Que les cuento, que tengo una carta guardada desde hace 12 años, me da súper alegría verla, es de mi tío Rafael Trujillo Chacón (qepd) donde me felicita por mis XV años uuuff! que bello no? Miento hace 17 años que la guardo, su letra era hermosa de verdad, es un verdadero tesoro lo que he venido guardando. Y también me mando un giro postal de $600 junto con mi tía Estela Olivares para que me comprara unas tobilleras jijiji así me lo especificó en la carta ¡uhmmm que recuerdos!
Nacho Trujillo: Bris el porqué de los nombres de árboles en los perros de mi papá? Yo creo que mi papa (Q.E.P.D.) siempre quiso ser diferente en ideas y siempre usando el sentido del buen humor que le caracterizó, también creo que el siempre quiso llevar la vida a la ligera, sin mucha seriedad, ni abstinencias. Él , igual que los niños y que nosotros, tuvo su grupo de amigos con los que hacía ronda en sus últimos años. Dos de ellos fueron los finados José Valencia y Quico Serrano, eran un trío clásico que nadie de la juventud de aquella época, fallaban a las reuniones, porque allí era un constante bombardeo en gases nauseabundos salidos desde lo más profundo de su ser, apodos y travesuras, algo parecido a los pillos de las campanas en huelga, ya famosos. “El pacueco” y “la chancla” eran nombres que mi papá les puso a otros perros que tuvo. Así que como verán Uds. amigos, la gente con el simple oír el llamado a los canes con esos nombres, ya tenia un buen motivo para reír.
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