Villa Victoria,Chinicuila Michoacán.: COINCIDENCIAS?

viernes, 31 de julio de 2009

COINCIDENCIAS?

Amigos lectores y visitantes del blog, navegando por la red, encontramos los siguientes cuentecillos muy típicos de los pueblos pequeños como el nuestro. Sin embargo, conforme ibamos adentrándonos en la lectura de cada uno de éstos, observabamos una gran similitud con ésos con los que los Chinicuilenses de diferentes épocas fuimos creciendo, escuchándolos en las clásicas reuniones de las esquinas, en los changarros o en las panaderías. ¿Coincidencia? O será que alguien se ha fusilado las charritas que siempre pensamos que nos pertenecían por inercia, por el simple hecho de oírlos en voces de los más viejos del pueblo. Bueno, lo que sea pero nos gustaría que emitieran su opinión ¡Saludos!



Así los narran ellos:

Cuentan que en un poblado llamado La salitrera en el estado de Guerrero habita un ser místico que pasa la mayor parte de su tiempo contando sus aventuras y hazañas acaecidas a lo largo de su vida, Su nombre es Lucas Torres y aquí presento algunas de las historias que hemos podido rescatar.



El Venado curioso.


Cierta noche de verano Lucas Torres se encontraba en una pequeña choza situada en la sierra madre del sur, descansando luego de una larga jornada de trabajo. Repentinamente escuchó como llamaban a su puerta con golpes y rasguños, valiente como siempre ha sido se levantó de inmediato tomando su candil y abrió la puerta, lo primero que vió fue una maraña de cuernos de aproximadamente un metro de longitud de punta a punta, levantó un poco el candil y vió el rostro de un venado enfurecido, su escopeta se encontraba a varios metros de él y pensó que si se arriesgaba a tomarla en ese lapso de tiempo, aquel animal lo atacaría o en su defecto huiría. Con la velocidad del rayo, cuenta Lucas Torres, tomó su huarache y acertó tremendo golpe al venado que cayó muerto de manera instantánea.



El Jaguar cazador.


Un día como muchos otros Lucas Torres se encontraba arriando sus ganado en las tupidas montañas de la sierra, de manera sorpresiva se percató que un Jaguar lo acechaba de entre las sombras de unos árboles a corta distancia, lo vigiló durante un rato hasta que el animal decidió atacar, Lucas Torres sabiendo de su habilidad atlética emprendió la retirada con tremenda explosividad. Después de casi media hora de persecución Lucas Torres llegó a la orilla de un caudaloso río y sin pensarlo se adentró en este, nadando contra corriente, después de varios kilómetros y con el animal aún detrás de él, se encontró con una altísima cascada. Pensando que sería mejor intentarlo todo antes que morir, se adentró en la cascada y aunque no lo crean subió por ella nadando; aproximadamente a la mitad y viendo al Jaguar en una situación desfavorecedora sacó su machete y cortó de tajo la corriente de agua que quedaba a sus pies dejando al jaguar, que lo perseguía nadando por la cascada, ante una caída inminente.



El Burro Veloz.


Una madrugada Lucas Torres tenía un compromiso en un poblado llamado La Unión, ubicado a unos 60 km del pueblo donde vive, emprendió el camino y entre la penumbra de la noche vio lo que parecía ser un burro, así que sin pensarlo dos veces y para acortar el camino lo montó y siguió con su destino. Cito “Nombre compita, el burro andaba ligerito, ligerito, llegué a La Unión amaneciendito. Todos me miraban y me felicitaban, cuando siempre me habían mentado la madre. Total, llegué al compromiso y al bajarme del burro ¡que voy viendo compita! no era un burro, era un venado de este pelo, señalando el tamaño del animal con su mano al frente a la altura de su cabeza”



El Lobo desafortunado.


Cazando conejos una tarde de agosto Lucas Torres se encontró con un lobo, trató de acertarle varios tiros con su escopeta pero falló en todos, hasta que el lobo emprendió su ataque con un salto tremendo que los dejaba cara a cara. Lucas Torres al verse ante semejante situación tiró un derechazo que terminó perforando al pobre animal desde la boca hasta el recto, por si fuera poco y para dejarle las cosas en claro se aferró con los dedos índice y medio de su mano al borde del ano. . . y de un tirón, terminó por desdoblar al animal, dejando toda su estructura interna expuesta “se le salió toitita la chanfaina” decía Lucas Torres.



¡Échame un chisme Lucas Torres!


Epigmidio un viejo habitante de La salitrera cuenta que un día fué a visitar a Lucas Torres y de forma burlona le dijo “échame un chisme Lucas Torres”, a lo que éste contesto con una cara de profunda pena “Nooombre Epi ¡que chisme! me dijeron que te avisara, que se acaba de morir tu mamacita linda y orita mesmo la están velando en tu casa” Epigmidio, sin mediar palabra con su compungido interlocutor, sale corriendo a su casa. Cuando llega, ve a su santa madre muy quitada de la pena, tejiendo sentadita en su sillón. Cuando regresó a reclamarle a Lucas Torres, la respuesta de éste fue contundente “míreme grandísimo cabrón, no me dijo Ud. que le soltara un chismecito, aita pues


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