Villa Victoria,Chinicuila Michoacán.: EL CAMION PASAJERO.

martes, 29 de abril de 2008

EL CAMION PASAJERO.





EL CAMION PASAJERO.



Ya no quero los camiones por que en uno tu te juites” dice la letra de una de las canciones que se entonaban en aquellos ayeres y que expresa el sentimiento auténtico del enamorado frustrado cuando por alguna razón, su complemento, debió partir a lugares lejanos usando para ello, el más moderno servicio de transportación de pasajeros de la época: El Camión de Pasajeros.


Recuerdo que crecimos escuchando los motores de aquellos Ford 1970, uno de los cuales tenía bajo resguardo mi Tío Leonel Trujillo Gutiérrez (qepd), ignoro si en ese tiempo, el camión era de su completa propiedad dado que se acogían a los estatutos que regían a la Sociedad Cooperativa de Autotransportes Coalcomán-Villa Victoria-Colima. Bueno, pero lo importante es mencionar que cada mañana era un deleite escuchar el trajín que envolvía la salida a Colima. Personas saludando de la manera tan característica de nuestra gente: ¡buenos díaaaas compadreeee!, ¡buenos díaaas! Replicaba el otro ¡listo para ir a Colimaaa! ¡hiii! ¡ay te encargo un alfajooor! ¡Me saludas a las patonaaas!, decían, refiriéndose quizá a los cocoteros que dán la bienvenida a la Cd. de Colima, con mucha razón llamada “La ciudad de las palmeras”.

El camión pasajero era habilitado con redilas y un techo de madera y lámina, dejando espacios entre los barrotes a manera de ventanas, de donde pendían lienzos de plástico cuyo objeto era proteger a sus ocupantes del aire y del polvo levantado. Un asiento largo en la parte frontal y a partir de allí, asientos pares en cada uno de los lados, para rematar en una pequeña área de carga; en la cual, regularmente depositaban grandes barras de hielo encostaladas y protegidas con viruta de madera, cajas de galletas, rejas de refrescos y otras mercancías que iban siendo repartidas entre los “changarritos” de las rancherías que cruzaba el “pasajero”.



Para mí, supongo que para los pequeños de ese tiempo también, era un deleite viajar en el asiento de enfrente lo que te permitía un panorama grandioso de los paisajes. Revivo con alegría y nostalgia los grandes “Riegos” que tenía nuestro Tío Amador Moreno Trujillo (qepd) en las tierras del “Rincón” y que permitían observar un verde interminable desde las sinuosas curvas del “Tejón”- es una lástima que esas tierras que alguna vez fueron tan productivas, ahora estén ociosas – Llegando al rancho “El Bejuco” había que estar alerta para cuando las llantas del camión tocaran el agua. Eran momentos de gran felicidad observar como se levantaban grandes olas al paso de éstas. Gustaba, especialmente de este tramo por la razón de que había que cruzar el rio tres o cuatro veces.


Después de agotadora jornada, se llegaba a almorzar a “La Amargosa” -justamente en la casita deshabitada que está en la curva más cerrada del rancho- el almuerzo consistía básicamente de carne de puerco con chile, frijoles fritos o de la olla, queso seco o fresco y tortillas recién salidas del comal !ay diocho como me aprietas! Y ya no le sigas por que no respondo. Una vez cargadas las baterías, había que bajar la barranca hasta llegar al “Paso de Potrerillos” o “El Rio Grande” como le conocimos siempre. Pero ahora, los nervios hacían presa de todos los ocupantes de la caja rodante, debido a que teníamos que cruzar el rio a través de unas vigas de madera sentadas sobre unos “chiquigüites” de bejuco rellenados con piedras del mismo rio.


Al cruce del camión, las viguetas de madera empezaban a crujir aumentando más la angustia entre los pasajeros. Finalmente y después de arribar a tierra firme volvíamos a nuestro estado normal, para seguir disfrutando a pesar de todo, del paisaje inhóspito del tramo Estapilla-Tepames.


Llegar a la Carretera Nacional era entrar a la modernidad. Me divertía observando la línea blanca central, entrecortada en las áreas permitidas para rebasar otros vehículos. Contar los fantasmas ubicados en la orilla del camino, era también mi pasatiempo favorito. Luego, la bella Cd. de Colima, percibir el olor especial que desprendían los vapores de las fábricas de dulces de coco ubicadas en la entrada a la ciudad, ¡era un placer!


Y todo esto, gracias al servicio brindado por “El Camión Pasajero” y esos grandes hombres forjadores del desarrollo de Chinicuila.


A la memoria de mi Abuelo:


SR. BENJAMIN TRUJILLO VERDUZCO



Ing. José Rafael Trujillo Trujillo.


“Por el orgullo de la raigambre”




3 comentarios:

Alfonso Chávez Espinosa dijo...

GRACIAS POR LOS RECUERDOS ESTIMADO AMIGO,AHORA ME DICEN QUE EL VIAJE SE COMPLETA EN UNA HORA EN LUGAR DE CINCO O SEIS, LA MODERNIDAD PERMITIRÁ YA POCAS ANECDOTAS, PERO LOS BENEFICIOS SEGURAMENTE SON MUCHOS, LOS VIAJES EN ESTOS CAMIONES FUERON UNA AVENTURA PARA NOSOTROS LO MISMO A COLIMA QUE A COALCOMAN (A PROPOSITO, JUDITH, TE ASEGURO QUE YO NO QUEBRÉ TU SANDÍA HACE ¿CUANTOS AÑOS, 37,38?); POR OTRA PARTE, CUANDO SE REQUERIA LLEGAR DE EMERGENCIA SE SUFRIA, RECUERDO POR EJEMPLO CUANDO MI PRIMO LALO TRUJILLO TRANSPORTÓ EN SU CAMIONETA A MI PADRE MORDIDO POR UNA CASCABEL, O MI GRAN AMIGO OSCAR LARIOS (JUNIOR)A MI HIJO ALFONSO CON SU LENGUA CORTADA.
EN FIN, GRACIAS POR LOS RECUERDOS, DIOS TE BENDIGA.

Anónimo dijo...

hola a todos por aqui yo soy de la amargoza y el leer todas estas anecdotas me pusieron muy sentimental todo eso de el camion pasajero parese que fui yo quien lo escribio yo jugaba en esa curva serrada donde el camion paraba para que las personas comieran porque en esa parte se asia tanto polvo que te llegaba casi alas rodillas y eso me agradaba despues con el paso del tiempo se iso la carretera de terraseria por sierto paso por enmedio de mi casa lla desabitada porque ya viviamos en potrerillos aun asi me dio mucha tristesa porque regresabamos a trabajar ala amargoza y algunas beses nos teniamos que quedar a dormir y teniamos que quedarnos a dormir co mi tia adelina zarate que aun co el paso del tiempo permanese ahi tambien recuerdo ami regreso a colima de todas las vacaciones mi madre salud larios QEPD le mandaba a mi abuelito cipriano larios QEPD queso y algunas beses gallinas las cuales para ser sinsero me daba verguenza y las dejaba ir por la ventana de aquel pintoresco pasajero de mis recuerdos conprendanme solo tenia 9 o 10 anos saludos para todos por aqui espero regresar algun dia pronto

Anónimo dijo...

Jacqueline Trujillo Vergara/Guadalajara, Jal.
Las añoranzas de las vacaciones, es cierto, aun recuerdo esos viajes con gusto y a la vez cansados, por que era el mejor premio al termino del año escolar, las VACACIONES EN VILLA, donde disfrutaba de los paseos con la familia y los primos, ir a lavar al río con mi Abuelita Conrrada (qedp) y mi tía Flora, claro ellas lavaban yo jugaba, y a la hora de la comida degustar unos ricos taquitos.

Referente al camión de pasajeros, era cansado por que mi travesía empezaba desde Guadalajara por la noche salía a las 12:00 AM hacia Colima llegaba a las 4:00am y esperar el camión que me nos conduciría a Villa a las 6:00 am para arribar a las 2: PM. Recuerdo los comentarios, ¡El río esta crecido! nos tendremos que esperar, en una ocasión el camión se quedo a medio puente, los hombres que iban de pasajeros no dudaron en arrogarse a las aguas frías del río para ayudar al camión a salir adelante y continuar con el viaje, ver la gente de las rancherías esperando el camión, todos se conocían, ver los árboles frutales, esperar la época de las anonas, la cabeza de Indio, los uvalanes para la conserva.

Ilena mi hermana, recuerda que tomarse una coco cola llena de cacahuates era un deleite y sentarse en las bancas del jardín donde se solía dar vueltas los domingos.
Saludos seguimos en contacto.