Para mi esposa, con amor y por compartir conmigo el gusto por Chinicuila (al grado de que desea vivir nuestra vejez en La Villa), y para mis queridos hijos: Ana Lizbeth y su esposo Chris, Alfonso, Alejandra María y Fernando Daniel.Alfonso Chávez Espinosa
Este diciembre pasado la visita a La Villa fue de Doctor… y con Doctor: muy rápida y en compañía de mi compadre Benjamín Trujillo Serrano. Nos vimos en Colima donde pasamos unos días, él conviviendo con su familia y yo con la de mi esposa y otros grandes amigos. Rápidamente nos pusimos de acuerdo para ir a La Villa: “aunque sea un rato”, para no quedarnos con las ganas.
Así fue que salimos como a las 8 de la mañana el miércoles 23, no sin antes pasar por un OXXO para comprar desayunos ligth (o sea, baratos). Nos acompañaron mi hija Alejandra María (esta vez mi esposa, no sin lamentarlo, decidió quedarse a ayudar con los preparativos de la cena de navidad y mi hijo Fernando a echarle porras), mi ahijado Erick (hijo de Benjamín) y tres amigas de Los Trujillo. El viaje fue en un “santiamén” y por lo que a mi toca embelesado por los paisajes y platicándole a mi hija cosas de villanos (de La Villa, pues). Alejandra María es una mujer hermosa, de fuerte carácter pero que antepone mi gusto nostálgico a sus propios intereses y me acompaña de buena gana al terruño.
Con tantas curvas en el trayecto del lado michoacano resulta difícil estacionarse para tomar fotos, pero al menos rescatamos la siguiente imagen con los Volcanes de Colima de fondo.
Ya en La Villa, Jesús Trujillo (Chiruchi) “nos esperaba” en la carnicería de Madero y “Callejón de Edelmira”, “cuidando” el cazo de los chicharrones; después de un breve saludo y habiendo hecho lo mismo con José Silva “Jr” y su esposa Elizabeth (Ely) en su tienda de abarrotes, nos dirigimos al jardín (para los neófitos “el jardín” es la plaza del pueblo), donde saludamos viejos y no tan viejos, pero todos queridos, amigos (y juntamos a dos Benjamines Trujillo Serrano).
A fin de aprovechar mejor la estancia, nos separamos por un rato y por nuestra parte visitamos muy apreciados parientes y amigos (menos de los que nos hubiera gustado, por cuestión de tiempo), y mi compadre y compañía entre otras cosas fueron a recrear la pupila a La Toma.



Ya de salida hacia Colima, a eso de las 16:30 hrs, nos encontramos a Luis y a Mónica muy emocionados esperando la llegada de Lupita procedente de la alegre y cálida entidad de Veracruz, así es que nos unimos a la comitiva y mi hija obtuvo la siguiente reseña gráfica especialmente para todos los visitantes de este espacio cibernético:

Erika se quedó seguramente a atender el negocio (ni modo Erika, alguien tiene que trabajar). Lupita y Familia: les deseamos que disfruten al máximo la experiencia del reencuentro. Solo los que sufren con la partida pueden conocer la felicidad del regreso. 
Finalmente y una vez iniciado nuestro retorno a Colima, la obligada parada en El Reparo para la foto panorámica y sobre el camino otra de los volcanes (tomada a propósito porque desde el mismo sitio y casi a la misma hora obtuve otra imagen similar hace un año).






Gracias por publicar en el blog este material, un abrazo para todos los que acuden al mismo y que Dios los bendiga abundantemente este año. Le mando un abrazo especial a mi gran amigo Oscar (Quini) Larios, a quien tuve la oportunidad de ver por unos minutos, y a todos los paisanos.








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